A veces me paro a pensar en todas las vueltas que ha dado mi vida en estos treinta y tantos años que llevo a las espaldas. Todo lo que he vivido, tanto bueno como malo, lo que he ganado, lo que he perdido, lo que he dejado atrás...
Suelo decir que soy completamente feliz, pero creo que realmente no lo soy del todo, por que me faltan cosas, personas, momentos... Y sí, soy muy muy feliz, casi completamente, pero no tengo con quién compartir esos momentos, buenos y malos, que hacen de mi vida una casi completa felicidad.
Todo el mundo necesita a alguien, un mejor amigo, una mejor amiga, distinta de tu pareja, aunque ésta sea tu mejor amigo/a, necesitas otra persona ajena a tu pareja con quien compartir tus miedos, tus inseguridades, tus alegrías y tus penas. Yo antes tenía una persona así, pero con el tiempo, la relación se fue quemando, hasta quedar sólo cenizas. Aún hoy me sigo preguntando qué pasó, por qué la relación se perdió. Tengo muy claro que no fue por mí, pero me sigue doliendo, cada vez que lo pienso, y no son pocas veces.
Todo el mundo necesita un mejor amigo o amiga.
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